
Las bibliotecas que son abiertas deben limpiarse por lo menos una vez al mes.
Para ello se deben sacar los libros, quitar el polvo y repasar la madera con trementina.
Luego, para evitar la humedad en los libros, se coloca entre éstos y el fondo de la biblioteca o la pared, trocitos de piedra alumbre.
Las bibliotecas cerradas conviene limpiarlas y dejarlas abiertas (los días bien secos).
Para proteger los libros de la humedad que los ataca se deben dejar dentro de la biblioteca uno o más recipientes con trementina (de acuerdo al tamaño de la biblioteca y a la cantidad de libros); esto impide la formación de moho.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Hola amiga... ¿te ha gustado esta nota?. Deja tu comentario así podremos conocer tus opiniones y brindarte mejor contenido acorde a tus pedidos.